ultrasonidos, pues su uso se remonta a la edad media para tratar algunas enfermedades utilizando la resonancia de un cristal al vibrar al tocar un órgano. La existencia propiamente dicha de los ultrasonidos no se supo hasta el siglo XIX que se descubrieron las vibraciones que no eran audibles para el hombre pero sí que las percibían algunos animales ejemplo de ellos es el físico Gastón que desarrollo un silbado que solo lo oían los perros.
Hasta los años treinta y después de la segunda guerra mundial, se empezaron a aplicar de forma terapéutica, durante los años cincuenta se usó mucho como modo de ”diatermia” o calentamiento local de tejidos por campo eléctrico o magnético.
Los primeros aparatos de mecanoterapia se crearon en Suecia en el año 1910, pero eran muy complejos y carísimos.